Itinerario de aprendizaje 2
- Módulo 2

Crear espacios para la diversidad

Introducción

Los huertos comunitarios pueden ser excelentes lugares de encuentro para personas de todos los orígenes y edades con distintas experiencias sociales y de horticultura. Este módulo se centra en lo que se necesita para que todas esas personas se sientan bien en el huerto. Exploramos el concepto de espacios más seguros y reflexionamos sobre lo que necesitamos para llegar a serlo. Hablamos de los retos organizativos y desarrollamos estrategias para superar las barreras con el fin de aprovechar al máximo el potencial de este tipo de proyectos. A la hora de planificar un huerto o reestructurar zonas de cultivo presentamos algunos métodos útiles con grupos de personas que no dominan un lenguaje común.

Los objetivos de aprendizaje de este módulo son

  • Comprender el concepto de espacios seguros e inclusivos
  • Adquirir conocimientos sobre cómo hacer un huerto comunitario más seguro e integrador
  • Desarrollar ideas para llegar a una mayor diversidad de personas
  • Cómo reflejar las necesidades de las distintas personas en la planificación de su huerto
  • Aprender a identificar las barreras a la participación y desarrollar estrategias para superarlas

Lecciones

Crear espacios más seguros e inclusivos en los huertos comunitarios es esencial para fomentar un entorno acogedor en el que todos los participantes se sientan valorados y apoyados. Este capítulo explora el concepto de «espacios más seguros», haciendo hincapié en que la seguridad es subjetiva y varía en función de cada persona. Mediante la aplicación de prácticas integradoras, como la señalización multilingüe y las celebraciones comunitarias, los huertos pueden mitigar la discriminación y cultivar un sentimiento de pertenencia. Además, debatiremos estrategias para aumentar la diversidad dentro de los grupos de los huertos, garantizando que todos, especialmente las comunidades marginadas, puedan contribuir a la experiencia de los huertos y beneficiarse de ella.

«Un espacio más seguro es un entorno de apoyo, no amenazador, en el que todos los participantes pueden
sentirse cómodos para expresarse y compartir experiencias sin miedo a discriminación o represalias. Utilizamos la palabra más seguro para reconocer que la seguridad es relativa: no todo el mundo se siente seguro en las mismas condiciones. Al reconocer las experiencias de cada persona en la sala, esperamos crear un entorno lo más seguro posible». ENLACE

Un espacio más seguro acoge activamente a participantes de todas las procedencias. Se asegura de que todos sean tratados como miembros iguales y valiosos del grupo. Aporta respeto a todos.

Es un espacio para aprender y compartir, para cometer errores y trabajar juntos en la mejora del espacio. Un espacio inclusivo permite que todos los participantes sean colaboradores y cocreadores valiosos. El concepto de espacios más seguros incluye que todo el mundo conozca los principios del espacio. También incluye que haya una manera de hablar de las situaciones en las que la gente no se sintió segura y de encontrar formas de afrontarlas. El objetivo es crear una atmósfera positiva de cariño y respeto. «Todos tenemos un papel que desempeñar en la construcción de una sociedad acogedora e integradora». Huertos del Santuario

Hacer de nuestros huertos comunitarios espacios más seguros e inclusivos es bueno para todos los presentes. Nos da la sensación de ser bienvenidos, valorados y queridos. Las personas que han emigrado o han huido a un nuevo país a menudo sufren racismo u otras formas de discriminación en su vida cotidiana. Hacer de su huerto un espacio más seguro significa que pueden tomarse un respiro de su condición de refugiados o emigrantes. Ofrece a la gente la oportunidad de formar parte del huerto, independientemente de su origen.

Cuando las personas perciben un espacio como seguro es más probable que formen parte de la comunidad y aporten sus opiniones, así como sus habilidades y competencias. Las personas desarrollan un sentimiento de pertenencia y adquieren conciencia de sí mismas. De este modo, los espacios más seguros contribuyen a la salud mental de las personas.

PRUÉBELO USTED MISMO

Una vez que tu grupo lleve un tiempo funcionando, dedica algún tiempo en una reunión del huerto a explorar qué significa sentirse seguro.

Para que un huerto comunitario sea más seguro e integrador hay que empezar por concienciar de la importancia de este espacio. Un buen punto de partida puede ser incluir las políticas correspondientes en las normas o el código de conducta del huerto. Cómo acoger activamente a personas de distintos orígenes y hacer que todos los participantes se sientan igualmente bienvenidos es entonces una cuestión de prácticas y culturas de huerto. Puede tratarse de pequeñas cosas, como carteles en distintos idiomas u ofrecer té en cada sesión.

Seguro que hay muchas maneras de hacer de tu huerto comunitario un espacio más seguro e inclusivo. A continuación 3 sugerencias, lo que puede ayudar a crear conciencia y poner en práctica tus intenciones.

Normas de horticultura

Crea juntos las normas de tu huerto en el grupo de dirección o el grupo de hortelanos que están constantemente allí. Reflexionad sobre lo que es importante para todos en la forma de interactuar y cómo os gustaría manejar las situaciones difíciles manteniendo la seguridad de las personas.

Algunas preguntas que puedes hacerte en el grupo:

¿Cuáles son sus objetivos en materia de igualdad y diversidad?

¿Qué comportamientos quiere fomentar? ¿Qué tipo de comportamiento quieres prohibir en tu grupo de horticultura?

¿Cómo proceder si alguien no cumple las normas?

Asegúrate de incluir normas que prohíban el acoso y los comportamientos discriminatorios, y aborda también cómo tratarlos.

Bienvenidos
  • Realizar sesiones de iniciación específicas: a veces, dividir los grupos en función de sus necesidades o experiencias puede aumentar el bienestar. Las sesiones sólo para mujeres son un ejemplo clásico
  • Instale un sistema de compañeros: Asegúrese de que los participantes recién llegados sepan a quién dirigirse para plantearles sus dudas o los problemas a los que se enfrenten. Un compañero puede ser aún más: pueden venir juntos al huerto, durante la primera fase trabajar allí juntos y presentar a la nueva persona más profundamente.
  • traduzca la información y las instrucciones importantes a las lenguas habladas por sus afiliados/participantes
  • Celebremos juntos: Cada persona celebra una fiesta diferente. Una forma de reconocer la diversidad es crear un calendario de fiestas de todos los hortelanos y celebrar juntos algunas de ellas. Pueden ser fiestas religiosas, así como el día de los derechos humanos o el mes de la historia negra.
  • sea paciente y recuerde que todos estamos aprendiendo
Crear oportunidades de aprendizaje

Todos podemos aprender de todos. Cree oportunidades en las que los hortelanos puedan compartir sus experiencias y conocimientos relevantes para el huerto. Puede tratarse de diferentes métodos de cultivo, uso de plantas, cocina, visitas guiadas durante las cuales los hortelanos compartan sus historias de horticultura,… Encontrará actividades más concretas en el módulo 3

En algunos huertos el vecindario es muy diverso y personas de todos los orígenes se interesan por la horticultura y se unen al grupo del huerto simplemente porque ven la oportunidad delante de la puerta de su casa. Otros huertos son utilizados por un grupo más homogéneo y desean incluir a personas de distintos orígenes o se planifican como huertos comunitarios interculturales desde el principio y desarrollan un concepto de cómo dirigirse a personas con orígenes preferentemente diferentes.

Sea cual sea tu concepto o situación de partida, reflexiona sobre ello, define tus objetivos y piensa en los pasos adecuados para alcanzarlos.

Cómo llegar a una mayor diversidad de personas

Reflexiona sobre tu grupo o tus participantes: ¿Quién forma ya parte del grupo del huerto, quién está de visita y quién falta?

Establece tus objetivos: ¿Quién debe formar parte de tu grupo o utilizar el huerto para sus actividades? ¿Quieres invitar a cualquiera que viva cerca o quieres implicar a grupos específicos? ¿Buscas la mayor diversidad posible como en el huerto intercultural Wilten link(Learning.ugain.eu/portfolio/at10/) o quieres abrir tu espacio a quien necesite un espacio verde para echar raíces?

Establece también tus límites: ¿A qué podéis hacer frente como grupo? ¿Te parece bien que vengan al huerto personas con necesidades especiales de asistencia? ¿Puedes acoger a personas que no tienen un estatus estable de residencia? En función de las respuestas a estas preguntas, elegirás distintas actividades para invitar a la gente. Aquí tienes algunas sugerencias:

Coloca una invitación en distintos idiomas en la entrada. Explique brevemente cómo puede participar la gente.

Coopera con organizaciones de distintas comunidades: Pregúntales si puedes presentar el huerto en una de sus reuniones. Pide a los responsables de los grupos que indiquen el huerto a las personas que manifiesten interés por las actividades ecológicas o por conocer a gente de distintos orígenes.

En caso de que quieras invitar explícitamente a los refugiados, también puedes cooperar con los hogares de refugiados y presentar el huerto en sus tablones de anuncios o sesiones abiertas. Ponte en contacto con voluntarios que trabajen en las instituciones y pregúntales si están dispuestos a acompañar a los residentes al huerto o a publicitar el proyecto entre ellos. La gente suele necesitar a alguien de confianza para entrar en un nuevo espacio y un nuevo grupo. También las asociaciones que trabajan con refugiados y ofrecen cocinas para bicicletas, talleres para niños o clases de idiomas pueden ser socios importantes.

Cree una presencia multilingüe en las redes sociales e invite a las distintas partes interesadas descritas anteriormente a compartir sus contenidos.

Trabajar con compañeros: En caso de que miembros de distintas comunidades ya formen parte de tu grupo del huerto, pídeles que promocionen el huerto dentro de sus comunidades.

Ofrecer otras actividades además de la horticultura en el huerto:

Muchos huertos han hecho la experiencia de que la horticultura no es la primera prioridad de las personas que han huido. Ofrecer clases de conversación ha demostrado ser atractivo para las personas que quieren mejorar sus conocimientos lingüísticos y entrar en contacto con otras personas. También tuvo mucho éxito un café de encuentro en distintos huertos. Se realizaba cada semana en un día fijo y se invitaba a la gente a participar. Resultó que muchos acudían con preguntas abiertas sobre su procedimiento como solicitantes de asilo o simplemente para pasar un rato al aire libre y charlar en un ambiente agradable. Algunos de los asistentes habituales se convirtieron más tarde en hortelanos.

2 ejemplos:

Huerto intercultural Rosenduft: suedost-ev.de/ interkultureller garten/interkultureller garten.php

Café de encuentro con Bunte Daumen Kufstein:

learning.ugain.eu/portfolio/at7-activity/

Encontrará más ejemplos en el Módulo 3

Los niños como embajadores:

La horticultura suele entusiasmar a los niños. Algunos huertos empezaron a trabajar con niños de distintos orígenes y ofrecieron actividades especiales para ellos. En algunos huertos éste era el único objetivo y seguían siendo un huerto principalmente infantil. Adaptaron el huerto para que los niños pudieran utilizarlo y satisfacer sus necesidades e intereses. En otros huertos, el trabajo con los niños era una forma de dirigirse a los padres y otros familiares adultos a los que se invitaba a seguir a sus hijos y unirse al huerto. En muchos casos, esta estrategia tuvo bastante éxito.

Cuestionario

En esta lección, nos adentramos en la dimensión espacial de los huertos comunitarios, explorando cómo la ubicación, la infraestructura y la diversidad de plantas influyen en la participación y la inclusividad. La elección de la ubicación del huerto puede atraer o disuadir a distintos miembros de la comunidad, por lo que es esencial tener en cuenta la accesibilidad y la dinámica del vecindario. Además, analizamos la importancia de crear infraestructuras acogedoras, como señales multilingües y espacios comunes, para fomentar las conexiones entre participantes diversos. Por último, destacamos el valor de adoptar diversas técnicas de plantación y prácticas culturales, haciendo del huerto un rico tapiz de experiencias y recursos compartidos.

Ya la ubicación de su huerto influye en quién participa y quién no, o en lo que necesita para atraer a distintas personas al huerto.

Si su huerto ya existe

¿Diriges un huerto comunitario y estás pensando en incluir a gente nueva? Entonces comprueba dónde estás y qué ocurre a tu alrededor. ¿Su huerto está cerca de una zona habitada o se encuentra en las afueras o en una zona rural? ¿Cuál es la diversidad del barrio en el que se encuentra? ¿Hay transporte público para llegar a tu huerto?

Si tiene previsto abrir un nuevo huerto

Si la superficie de tu huerto aún no está fijada, puedes volver primero a tu grupo objetivo. ¿Quiénes son las personas que deberían utilizar el espacio y dónde viven o trabajan? Una vez que haya definido una o varias zonas en las que el huerto podría tener sentido, puede empezar a buscar espacios.

Dependiendo de su grupo destinatario, pueden estar en las instalaciones de los hogares de refugiados, en espacios verdes o marrones de diversos barrios, en parcelas semiprivadas de zonas de viviendas sociales y similares.

El siguiente paso será ponerse en contacto con el propietario.

Como cualquier huerto comunitario, un huerto intercultural necesita infraestructuras de horticultura como bancales, caminos, cobertizos para herramientas, posibilidades de riego y similares. Más allá de eso, puedes pensar en algunas infraestructuras específicas para que todos se sientan bienvenidos y satisfacer sus necesidades.

Esto abarca desde la señalización multilingüe de distintas zonas, lugares de encuentro o para estar solo, hasta instalaciones higiénicas.

Lugares para reunirse, comer y preparar la comida

Los huertos comunitarios son espacios para conocer gente nueva y viejos amigos. Asegúrate de disponer de espacios para sentarse juntos, como sillas y mesas, una zona de picnic o lo que mejor se adapte a los miembros de tu comunidad. Para poder reunirse también en los días más frescos o lluviosos, un espacio techado es una gran ganancia. Puede ser una pérgola cubierta, una yurta, un tipi o una caseta de huerto alargada. Puede que algunas personas tengan experiencia con instalaciones móviles fáciles de construir. Tal vez quieran contribuir.

Ofrecer y compartir comida forma parte de muchas culturas (del huerto) y es un medio de crear y celebrar la comunidad. Si es posible, proporcione instalaciones para preparar comida y bebida, lavar y guardar la vajilla. Puede ser una pequeña cocina al aire libre, un Samowar para preparar y ofrecer té o algo más sofisticado como un horno de barro.

Un ejemplo inspirador: Junto con un grupo de jóvenes, el Huerto Paisajístico Intercultural construyó un horno de barro como parte de un taller de construcción con barro. Las personas que participaron en la construcción eran principalmente jóvenes que no formaban parte del grupo del huerto y algunos hombres. Durante los trabajos de construcción, mujeres originarias del Kurdistán aportaron su experiencia en el uso de un horno de este tipo y explicaron lo que se necesita para hacer pan. Una vez que el horno estuvo listo, estas mujeres fueron las que supieron utilizarlo y las que más lo usaron.

Señales multilingües

ayudar a todos en el huerto a encontrar dónde hacer qué y qué no.

PRUÉBALO TÚ MISMO:

Durante una reunión en el huerto, recoja los lugares e instalaciones que deberían tener una etiqueta con su nombre o una señalización. Nómbralos juntos en todas las lenguas presentes en el huerto. Cree carteles que contengan todas estas palabras e incluso un dibujo.

Espacios para estar solo

Las personas que han sufrido traumas o que llevan una vida cotidiana muy estresante pueden querer a veces estar a solas. Intenta crear espacios en tu huerto donde los hortelanos puedan pasar un rato sin que les molesten ni les hagan preguntas e indícalo claramente. Puede tratarse de una hamaca, una pérgola o también un arriate de horticultura en el que la gente acepte trabajar en silencio.

Aseos

Si su huerto está cerca de las casas de sus socios o de una institución pública, probablemente sea fácil utilizar los aseos de allí. Si su huerto está situado en algún lugar bajo el bosque y el campo, podría pensar que no hay necesidad de un aseo. Nuestra experiencia es diferente. Especialmente las mujeres no suelen sentirse a gusto pasando largos periodos de tiempo en el huerto sin tener acceso a unos aseos adecuados, con el resultado de que puede que ni siquiera se presenten.

Un inodoro de compostaje o de separación podría resolver el problema.

PRUÉBELO USTED MISMO

Invite a los miembros de la comunidad a imaginar un día de huerto después de una semana estresante. Pídales que vivan ese día, que paseen por el huerto en su mente, que imaginen qué harían y dónde estarían. ¿Qué necesitarían para disfrutar aún más del huerto?

o

Crear un buzón para deseos y necesidades, donde la gente ponga sus ideas que luego puedan discutirse en la próxima reunión del huerto.

Personas de distintos orígenes tienen ideas diferentes de cómo funciona el cultivo de frutas y verduras. Los huertos comunitarios pueden ofrecer una gran posibilidad de plantar plantas que la gente conoce de su infancia y de utilizar sus propias técnicas de plantación. El huerto puede ser una fuente de hierbas y hortalizas difíciles de encontrar en el mercado o muy caras cuando se compran, pero que son un componente importante de la dieta de la gente.

Mantén la mente abierta a la hora de decidir quién quiere plantar qué y cómo, ya sea en parcelas individuales o en un terreno colectivo. Las personas con distinta experiencia en horticultura pueden aportar innovaciones al huerto.

Algunas fotos de ejemplo

Barangay Garden: construcciones trepadoras para casi todo
Cultivar Gandhana - una hierba muy relevante para la cocina afgana
el lecho de milpa de un hortelano mexicano

Al mismo tiempo, acuerda algunas normas básicas como «no utilizar pesticidas ni herbicidas sintéticos» o «no plantar especies invasoras o que tiendan a extenderse por todo el huerto».

Ten en cuenta también qué técnicas de horticultura se adaptan a tu lugar y qué restricciones tienes. Los bancales bajos, diseñados para recoger agua en zonas de escasas precipitaciones, probablemente no sean una buena idea para suelos arcillosos en zonas lluviosas. En algunas zonas, sensibles a la protección del paisaje o la naturaleza, puede estar prohibida la construcción de estructuras como trepadoras o casetas para tomates.

La planificación del huerto suele comenzar cuando se dispone de un espacio definido en el que se establecerá el huerto. Aunque todavía no haya un huerto, rara vez se trata de una superficie lisa y llana sin unas circunstancias y una estructura determinadas. Así que tener en cuenta lo que ya existe es un punto de partida importante del proceso de planificación. Pero también en un huerto comunitario ya en funcionamiento establecer nuevas zonas o reestructurar las existentes requiere un proceso de planificación. En un huerto intercultural es posible que algunas personas no dominen la lengua común. Por eso pueden ser útiles las herramientas de planificación que funcionan con un lenguaje poco hablado. Tenga también en cuenta que las personas tienen diferentes conceptos de orientación. Incluir puntos de referencia en el plan y los mapas puede ayudar a crear un entendimiento común.

He aquí algunos métodos y enfoques de planificación de huertos centrados en elementos no verbales.

Encontrará más información sobre el proceso de planificación en general en el itinerario de aprendizaje 1

Cuestionario

En este capítulo, abordamos diferentes barreras que pueden surgir en los huertos comunitarios, en particular con personas de orígenes y experiencias diversas. Desde las diferencias lingüísticas hasta los estilos culturales de comunicación, pasando por los problemas de salud mental y las limitaciones económicas, estas barreras pueden repercutir en la participación y la inclusividad. Hacemos hincapié en la importancia de reconocer estas dificultades y nos centramos en estrategias prácticas, como la señalización multilingüe, los métodos de comunicación inclusiva y la ayuda económica.

Por suerte, la horticultura en común funciona bastante bien sin un lenguaje verbal común.

Sin embargo, no tener un lenguaje verbal común se percibe a menudo como una barrera. Hace que la gente se sienta incómoda por no poder expresarse y compartir sus pensamientos y sentimientos de la forma que quieren o a la que están acostumbrados. Intente reducir esta barrera en la medida de lo posible y valore el multilingüismo.

La traducción, la interpretación y la comunicación más allá del lenguaje verbal son tres aspectos clave del entendimiento en grupos multilingües.

Interpretación para cosas importantes

¿Quiere invitar al huerto a personas que no dominan su lengua materna o que ya forman parte de su grupo de horticultura? Sobre todo a la hora de presentarles el concepto de horticultura intercultural o explicarles cómo funciona el huerto, la interpretación a su lengua materna puede ser realmente útil. A veces, otros hortelanos hablan ambos idiomas y pueden ayudar. Si no, puedes buscar intérpretes en organizaciones amigas. Pedir la interpretación a los niños, que suelen dominar mejor la lengua común, puede ser una buena idea cuando se trata de temas agradables y fáciles. En situaciones de conflicto o problemas no es aconsejable involucrar a los niños.

Uso del lenguaje no verbal

Cuando expliques algo, intenta utilizar medios de comunicación no verbales en la medida de lo posible para apoyar tu explicación. Señalar las cosas de las que estás hablando, hacer mímica de las acciones o hacer signos positivos o negativos puede ser de gran ayuda. En lugar de explicaciones escritas, por ejemplo sobre el montón de compost o el cobertizo de las herramientas, utiliza gráficos y dibujos.

Traducción de información escrita y señalización multilingüe

Si tiene información escrita que debe ser accesible para todos, como las normas del huerto, información sobre cómo asociarse o mensajes de bienvenida, piense en traducirlos a las lenguas que se hablan en su huerto o en su vecindario. Así demostrarás que valoras otras lenguas y ayudarás a la gente a superar las barreras lingüísticas.

Como se describe en el apartado L2.T2, la señalización multilingüe puede ser de gran ayuda y también demostrar que su grupo de horticultura valora otras lenguas.

Las personas con distintos orígenes aportan perspectivas diferentes al huerto. Esto es, en primer lugar, una gran riqueza de la que puede beneficiarse todo el grupo. Sin embargo, acciones y comportamientos que se perciben como positivos para una persona pueden causar malestar a otras o dificultar su participación. Es importante comprender las diferencias y averiguar qué necesitan las personas para contribuir.

Un ejemplo de diferencias culturales son los distintos hábitos de comunicación.

En muchos grupos comprometidos y emancipadores es habitual sentarse en círculo y se invita a todo el mundo a compartir lo que funciona bien en el grupo y lo que no, los problemas que surgen y también lo que no les gusta y les gustaría cambiar. Al mismo tiempo, a muchas personas les parece imposible o de muy mala educación formular críticas en un entorno tan público. Sólo lo harían de tú a tú o hablando con una tercera persona, una especie de mediador, que luego hablaría con la otra persona. Así que hablar en círculo puede resultar bastante exclusivo para algunos miembros del grupo, aunque no se pretenda que lo sea.

Un consejo de Gardens of Sanctuary:
“Busca opiniones sobre tus actividades de personas de orígenes tan diversos como sea posible.”

PRUÉBELO USTED MISMO

Propón diferentes formas de recoger ideas de mejora o comentarios y averigua cuál se adapta mejor a tu grupo. He aquí algunas sugerencias:

  • un buzón donde la gente pueda dejar postales o pequeñas cartas con su idea o crítica
  • una persona que no forme parte del comité directivo pero que haya sido designada como persona de contacto para quejas o ideas
  • un círculo parlante con un bastón parlante
  • conversaciones informales en grupos más pequeños para hablar de ideas y mejoras
  • un cuestionario anónimo (en línea o fuera de línea) después de ciertas actividades o como parte de la reunión de fin de temporada
Percepciones de género y actitudes diferentes

Dependiendo de dónde y cómo se socialice a la gente, su percepción del género y del trato a los diferentes géneros puede variar mucho. También las actitudes hacia la orientación sexual, otros grupos étnicos de la misma nacionalidad o la libertad de expresión difieren según cómo se haya criado la gente. No tengas miedo de abordar estos temas y mantén debates abiertos y respetuosos. Esto puede ayudar a la gente a entender diferentes perspectivas. En todos los debates, deja claro que no se tolera ningún tipo de discriminación.

Comprueba si hay necesidades especiales en tu grupo. Por ejemplo, es posible que algunas mujeres sólo puedan asistir a sesiones reservadas a mujeres. Reflexiona también sobre el reparto de tareas en tu grupo y los estereotipos de género ocultos.

En los últimos años, los problemas de salud mental son cada vez más frecuentes entre jóvenes y adultos. Las personas que han huido o emigrado en circunstancias difíciles corren aún más riesgo de sufrir problemas de salud mental. Las personas con problemas de salud mental pueden venir al huerto para relajarse y aprovechar las cualidades terapéuticas de la horticultura. Aunque experimenten el huerto como un entorno seguro, su crisis, trauma o problema de salud mental no les abandona en la puerta del huerto. Así que, especialmente si trabajas con refugiados, debes estar preparado y tener un procedimiento claro para tratar los problemas de salud mental.

A menos que tu grupo de horticultura cuente con profesionales formados para apoyar a personas en crisis mental, no intentes manejar por tu cuenta un problema que se esté produciendo. Sé sensible a lo que la gente necesita y, al mismo tiempo, ten muy claro lo que tú, como individuo o grupo, puedes ofrecer y lo que no. Prestar oídos a alguien que simplemente necesita a alguien que le escuche puede estar perfectamente bien. La gestión de problemas de salud mental graves requiere apoyo profesional.

Tomarse en serio a las personas y orientarlas hacia organizaciones y profesionales de apoyo puede ser algo que puedes ofrecer. En caso de emergencia, no dudes en ponerte en contacto con el equipo local de crisis o llamar a una ambulancia.

Contar con personas de orígenes diversos en su grupo de horticultura también puede significar tener que tratar con personas con situaciones económicas muy diferentes. Ten en cuenta que algunas personas se enfrentan a graves limitaciones presupuestarias y prepárate para apoyarlas para que formen parte del grupo de horticultura sin que se sientan humilladas.

La participación gratuita en el huerto, así como la ayuda para el transporte, las semillas o las plantas gratuitas, pueden ser de gran ayuda para las personas con presupuestos muy restringidos. También tener una comida común al final de una sesión (que tiene muchos otros efectos positivos) aumenta el acceso a alimentos frescos de alto valor para las personas en situación de pobreza alimentaria. Proporcionar equipamiento como botas, guantes y transporte en caso de excursiones es otra ventaja.

Recaudación de fondos y subvenciones

Disponer de medios económicos sin depender de las aportaciones de tus socios te ayudará a que tus actividades sean más inclusivas. Hay muchas oportunidades para recaudar fondos como proyecto de huerto:

  • Celebra una fiesta en el huerto, invita a los vecinos y pide donativos para comida y bebida o productos del huerto (de acuerdo con la normativa local).
  • Haz un mercadillo.
  • Pida apoyo a las empresas locales y ofrézcales visibilidad en su caseta de huerto o valla.
  • Si dispones de los recursos y de cierta experiencia en el grupo, también puedes iniciar una campaña de crowdfunding.
  • Busca fundaciones que se centren en el encuentro intercultural o en cuestiones medioambientales.

También puedes dirigirte a los funcionarios de tu distrito o municipio para pedir ayuda o informarte sobre los planes de financiación regionales y nacionales de los departamentos sociales, de migración o de medio ambiente.

Reembolso a los voluntarios

Algunos huertos comunitarios venden parte de sus productos y han encontrado formas de remunerar a las personas que trabajan en el huerto por su esfuerzo. Si piensas hacerlo, asegúrate de cumplir la normativa sobre el derecho a ganar dinero de determinados colectivos, como los solicitantes de asilo.

Ejemplo Traiskirchen:

El Huerto del Encuentro de Traiskirchen (Austria) es un huerto intercultural situado en terrenos públicos. Muchos de los hortelanos son solicitantes de asilo. En Austria, a los solicitantes de asilo no se les suele permitir trabajar. Han establecido una actividad llamada desayuno oriental, en la que preparan juntos un brunch y la gente puede venir a donar para la comida. Esto les permite obtener una pequeña remuneración.

Tasas de horticultura

Las cuotas de horticultura pueden ser importantes para cubrir los costes del proyecto. También pueden ayudar a aumentar el compromiso de la gente. En caso de que cobre una cuota a los miembros del huerto o a los participantes en las actividades del huerto, asegúrese de que haya una versión con descuento o gratuita fácil de aplicar para las personas con pocos recursos. Puede ser que cada uno dé en función de sus posibilidades o que haya distintos planes para que la gente pague según su propia estimación.

Cuestionario

¡La plataforma GARDENISER ACADEMY está casi lista!

En estos momentos estamos trabajando en la plataforma formativa GARDENISER ACADEMY, un espacio diseñado para ofrecer formación gratuita a hortelanos y hortelanas de toda Europa.

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