Reglamento municipal de huertos comunitarios

Huerto ciudadano

Introducción

Los huertos urbanos comunitarios de Roma muestran el poder del activismo de base para transformar espacios abandonados en centros de sostenibilidad, inclusión y educación. Esta iniciativa reunió a miembros de la comunidad y actores políticos para crear un marco de apoyo a las prácticas ecológicas y la conexión social, demostrando cómo la acción colectiva puede impulsar un cambio significativo.

Tema de la actividad

Defensa del desarrollo sostenible, la cohesión social y la capacitación de la comunidad

Organización

Huertos Comunitarios Urbanos de Roma

Estatuto jurídico

Red respaldada por los esfuerzos de la comunidad y la gobernanza local

Año de creación

Iniciado informalmente hace más de 15 años; reconocido formalmente en 2015.

Ubicación

Varios distritos de Roma, Italia

Los huertos comunitarios urbanos de Roma comenzaron como proyectos informales de ciudadanos que recuperaban espacios descuidados. Con el tiempo, estos huertos evolucionaron hasta convertirse en un movimiento reconocido que daba prioridad a la sostenibilidad ecológica y la cohesión social. Su éxito demuestra el potencial del activismo de base para influir en la política e inspirar un cambio duradero en la comunidad. Al tender puentes entre los ciudadanos y las instituciones, estos huertos se han convertido en espacios de colaboración y educación, fomentando la concienciación medioambiental y creando entornos urbanos integradores.

Descripción de la actividad

Objetivos y resultados

El reglamento de Huertos Urbanos Comunitarios (HUC) de Roma se elaboró para reconocer y apoyar la horticultura urbana como iniciativa social y ecológica que mejora la calidad urbana y la salud pública. Con el tiempo, los huertos urbanos de Roma surgieron de forma espontánea, impulsados por la resiliencia y el compromiso de los ciudadanos. En 2015, la Resolución 38/2015 proporcionó el primer marco jurídico para regular estas iniciativas, garantizando su reconocimiento. Sin embargo, este paso inicial se centró principalmente en controlar el fenómeno en lugar de promover activamente su desarrollo. La importancia de los huertos urbanos en Roma obtuvo reconocimiento internacional en 2016 a través del programa URBACT, que destacó los esfuerzos de la ciudad por fomentar espacios verdes impulsados por la comunidad.

Basándose en esta experiencia, la administración ha reforzado aún más el marco normativo mediante el Reglamento de Huertos (2021) y el Reglamento de Bienes Comunes (2023). Estos nuevos reglamentos pretenden dar a los ciudadanos y a los organismos públicos la oportunidad de establecer y gestionar huertos urbanos comunitarios, reforzando la idea de que estos espacios no son solo para el cultivo, sino también para la educación, la participación social y la sostenibilidad. El reglamento actualizado amplía la resolución de 2015 al reconocer los huertos comunitarios como centros de concienciación medioambiental y compromiso cívico, donde los hortelanos actúan como educadores, difundiendo conocimientos sobre prácticas sostenibles y cuestiones climáticas.

Los terrenos destinados a estos huertos se ceden mediante convenios de colaboración gestionados por asociaciones ciudadanas, lo que garantiza un enfoque estructurado pero participativo de la horticultura urbana. Aunque la administración establece directrices generales, cada huerto comunitario conserva la flexibilidad de establecer sus propias normas internas en función de su proyecto específico. Este enfoque fomenta tanto la subsidiariedad horizontal, en la que los ciudadanos asumen la responsabilidad activa de mantener los espacios públicos, como la subsidiariedad circular, en la que contribuyen a objetivos más amplios de sostenibilidad urbana.

La nueva normativa es el resultado de un largo proceso de colaboración institucional y participación ciudadana. En los últimos diez años, Roma ha participado en doce proyectos europeos que han facilitado el intercambio de conocimientos con otras ciudades. Desde la aprobación de la resolución de 2015, la administración ha colaborado estrechamente con instituciones y ciudadanos, y cuarenta y cinco participantes han contribuido a la elaboración del reglamento a través de doce reuniones, incluido un evento internacional. El proceso supuso más de ochocientas horas de estudio, debates y consultas públicas, lo que refuerza el compromiso de la ciudad con la integración de los huertos urbanos en la gobernanza local.

Con la adopción de este reglamento, Roma se asegura de que los huertos urbanos comunitarios no sólo se preserven, sino que se fomenten activamente como espacios que unen a las personas, refuerzan la conciencia medioambiental y mejoran la calidad de la vida urbana. El nuevo marco apoya las iniciativas ciudadanas manteniendo un equilibrio entre la gestión estructurada y la autonomía local, lo que garantiza que estos espacios verdes sigan prosperando como proyectos integradores y sostenibles.

Ventajas y beneficios

El reglamento de Huertos Urbanos Comunitarios de Roma aporta beneficios ecológicos, sociales y políticos. Desde el punto de vista medioambiental, promueve prácticas sostenibles como la agricultura ecológica, el compostaje y la conservación de la biodiversidad, al tiempo que transforma espacios descuidados en zonas verdes que mejoran la calidad del aire y la resiliencia urbana.
Desde el punto de vista social, los huertos fomentan la inclusión y refuerzan los lazos comunitarios al ofrecer espacios para la colaboración intergeneracional, la educación y el aprendizaje compartido. Escuelas, grupos sociales y residentes los utilizan para actividades que promueven la sostenibilidad y el compromiso cívico. Su reconocimiento formal garantiza la accesibilidad y los beneficios a largo plazo para todos.
Desde el punto de vista político, la iniciativa muestra cómo el activismo de base puede influir en la política. Al trabajar con representantes municipales, los horticultores han contribuido a configurar la planificación urbana, inspirando esfuerzos similares en otras ciudades. Esta normativa asegura el futuro de los huertos comunitarios como centros de sostenibilidad, educación y participación ciudadana.

Competencias y aptitudes requeridas

El éxito de esta iniciativa se basó en una serie de competencias y habilidades. La organización comunitaria fue esencial para movilizar a los ciudadanos y crear una red cohesionada. Las habilidades de defensa y negociación fueron cruciales para relacionarse con las partes políticas interesadas y garantizar que las necesidades de los huertos se reflejaran en la normativa. Las prácticas de horticultura sostenible fueron también un componente clave, ya que los huertos pretendían fomentar la conciencia ecológica y los métodos respetuosos con el medio ambiente. Replay Network APS desempeñó un papel importante proporcionando formación y apoyo, ayudando a los hortelanos a desarrollar las habilidades necesarias para desenvolverse en complejos procesos normativos y defender eficazmente a sus comunidades.

Evaluación

El éxito de la iniciativa queda patente en la próspera red de huertos y su integración en la política urbana. Estos huertos se han convertido en activos comunitarios esenciales, que promueven la sostenibilidad ecológica y la inclusión social. Las evaluaciones en curso se centran en su impacto ecológico, la participación de la comunidad y la sostenibilidad de sus prácticas de gestión. Los comentarios de hortelanos y miembros de la comunidad han sido abrumadoramente positivos, lo que pone de relieve el efecto transformador que estos espacios han tenido tanto en las personas como en el entorno urbano. La normativa ha proporcionado una base estable para que los huertos continúen su labor, garantizando que sigan siendo accesibles y beneficiosos para las generaciones futuras. La colaboración continua entre la comunidad y los representantes municipales será clave para mantener y ampliar estos éxitos.

Conclusiones

He decidido escribir sobre la defensa de los Huertos Urbanos Comunitarios de Roma y su normativa, más que sobre sus actividades concretas, por la profunda inspiración que ofrece este proceso. La historia de los Huertos Urbanos Comunitarios de Roma no trata sólo de legislación, sino también de personas. Lo que más me impresionó al visitar estos huertos no fue simplemente la visión de los huertos, sino el profundo sentido de comunidad que encarnaban. Eran lugares de aprendizaje, inclusión y cooperación, donde la gente se reunía no sólo para cultivar alimentos, sino para crear algo mucho más grande: un espacio compartido de pertenencia y apoyo mutuo. En nuestra realidad actual, en la que el progreso suele parecer lento y las iniciativas ecológicas se ven a menudo paralizadas por los grupos de presión de la industria, esta historia es un faro de esperanza. Los hortelanos de Roma han demostrado lo que puede lograrse cuando las comunidades se unen con un propósito claro y se comprometen con los actores políticos para crear un cambio significativo. Su éxito es un recordatorio de que, incluso en circunstancias difíciles, el activismo de base puede conducir a resultados transformadores. Esta experiencia me ha inspirado profundamente y me ha permitido vislumbrar lo que es posible cuando las personas trabajan juntas para forjar un futuro sostenible e integrador.

¡La plataforma GARDENISER ACADEMY está casi lista!

En estos momentos estamos trabajando en la plataforma formativa GARDENISER ACADEMY, un espacio diseñado para ofrecer formación gratuita a hortelanos y hortelanas de toda Europa.

Para asegurarte de que no te pierdes el lanzamiento, asegúrate de unirte a nuestra lista de correo.

Ir al contenido