Miraflores es un huerto urbano comunitario, situado en plena zona residencial. El huerto se dedica al cultivo de frutas y verduras, pero también es un lugar de formación que acoge a escuelas, universidades o profesionales para formarles en agricultura ecológica y buenas prácticas en el huerto.
Huerto urbano, transmisión de conocimientos, agricultura ecológica, uso razonable del consumo de agua, jardín de flores, huerto educativo
Asociación de Hortelanos Las moreras
Red respaldada por los esfuerzos de la comunidad y la gobernanza local
En la década de 1980
Avenida las Asociaciones de Vecinos, 21, Norte, 41008 Sevilla
El huerto de Miraflores nació de una movilización ciudadana y del comité «pro parque» que actuó en los años 80 para plantar árboles en el solar abandonado donde hoy en día se ubica el Parque de Miraflores. El lugar estaba descuidado y se estaba convirtiendo en un vertedero, por lo que los vecinos decidieron convertirlo en parque. El comité «pro parque» también quiso luchar contra el gobierno local, que quería construir en este espacio, ya que el jardín estaba situado en una zona residencial. Gracias a su movilización, el gobierno abandonó los planes de urbanizar esta zona y la convirtió en uno de los mayores parques metropolitanos que hay en Sevilla.
Cuando el parque fue creado por el gobierno, este colectivo dejó de tener razón de ser, por lo que se transformó en la asociación de hortelanos «Las Moreras». Hoy, este huerto comunitario es uno de los más antiguos de Sevilla.
Uno de los principales objetivos del huerto de Miraflores es compartir conocimientos e intercambiar buenas prácticas: el huerto de Miraflores es un huerto educativo y este deseo de aprender y transmitir conocimientos garantiza su longevidad en el tiempo.
Para ello se están llevando a cabo varias actividades en las que se pone en valor la experiencia de los hortelanos y hortelanas que participan en el huerto, que bien reciben a estudiantes en el huerto y también visitan otros huertos compartidos para inspirarse en sus prácticas.
El huerto recibe a otros hortelanos y hortelanas, así como a escuelas en diferentes niveles educativos (incluyendo estudios superiores) para mostrar la forma en la que Miraflores está organizado, sobre todo en lo que se refiere al consume y gestión de agua para el riego. Sevilla se ve afectada con mucha regularidad por episodios de sequía, sobre todo en verano, por lo que el huerto de Miraflores ha desarrollado un sistema de riego racional que consiste en que el huerto se riega sólo 2,5 días a la semana, es decir, cada dos días y de forma alterna: la mitad del huerto se riega el primer día y la otra mitad el otro día.
El agua se toma del Guadalquivir, por lo que se desea no consumir demasiada agua. Esta práctica no sólo es ecológica, sino también económica, ya que el jardín sólo paga 30 euros al año por su consumo de agua.
Por último, para garantizar la longevidad del huerto, éste valora la experiencia, lo que queda patente en la distribución de las parcelas. En efecto, cada parcela tiene una superficie de 8m X 10m y corresponde a un hortelano o hortelana, pero, para aquellas personas que llevan varios años cultivando y colaborando, se ofrece la posibilidad de tener 2 parcelas. Esta práctica es inteligente porque valora a los jardineros motivados y diligentes y garantiza el buen mantenimiento del huerto.
Esta voluntad de ser un lugar de aprendizaje estuvo presente desde los inicios del huerto. Sin embargo, lo verdaderamente interesante de este huerto es su constante evolución. Por ejemplo, a pesar de que en el huerto ya se practica la agricultura ecológica, ahora se quiere desarrollar la permacultura, para lo cual los voluntarios recaban información y visitan huertos que ya la utilizan.
Gracias a la formación continua y al aprendizaje de buenas prácticas, el huerto es sostenible. No hay abandono del lugar ni declive, a pesar de limitaciones como la sequía, por ejemplo.
Además, al valorar la experiencia de aquellas personas que llevan mucho tiempo, se contribuye a retenerlos y mantenerlos motivados. Al concederles una segunda parcela, el huerto demuestra que los voluntarios confían en ellos para garantizar un mantenimiento adecuado. Además, al favorecer la transmisión de conocimientos y la formación, es más fácil para el huerto y la asociación acoger a nuevos jardineros. Hasta la fecha, el huerto cuenta con 280 parcelas.
En estos momentos estamos trabajando en la plataforma formativa GARDENISER ACADEMY, un espacio diseñado para ofrecer formación gratuita a hortelanos y hortelanas de toda Europa.
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