Situado en pleno casco histórico de Sevilla, el Huerto del Rey Moro tiene 5.000 m2, incluyendo el parque, el huerto y las zonas verdes. Este singular huerto data del siglo XIII, y tiene un gran valor historico y patrimonial. Cuenta con parcelas de diferentes tipos, incluyendo parcelas familiars y parcelas comunales que se usan para formación y experimentación.
Promoción de la ciudadanía, promoción de la amistad, trabajo conjunto y toma de decisiones compartida, compartir conocimientos y transmisión, jardín cultural y patrimonial, bien del patrimonio cultural, defensa del patrimonio
Huerto del Rey Moro
Red respaldada por los esfuerzos comunitarios y la gobernanza local
En la década de 1980
C. Enladrillada, 36, Casco Antiguo, 41003 Sevilla
El Huerto del Rey Moro está situado en pleno casco histórico de la ciudad y es uno de los más antiguos de Sevilla. Data del siglo XIII, por lo que goza de protección patrimonial como bien de interés cultural. Este huerto es el mayor espacio verde del corazón de Sevilla, y lleva años resistiendo a los intentos de las instituciones que desde hace tiempo pretenden urbanizar esta zona, actuando como un lugar de encuentro, aprendizaje y disfrute para las vecinas y los vecinos del barrio.
La dimensión social del huerto es muy esencial, siendo la toma de decisiones colectiva la columna vertebral de la filosofía del huerto.
Esta filosofía se materializa de las siguientes formas:
Además, el lugar acoge iniciativas de asociaciones locales, como mercados de artesanía o asambleas de otros colectivos (ej: la asamble por la Vivienda).
El Huerto del Rey Moro pretende ser un lugar de experimentación social y volver a conectar con la tradición de compartir bienes comunes que no gestionan las autoridades públicas, sino la sociedad civil.
Uno de los objetivos de este huerto es desarrollar y promover una ciudadanía activa, y por eso su principal especificidad reside en que se apoya en un sistema de toma de decisiones colectivo, con asambleas mensuales por un lado y comisiones por otro.
La toma de decisiones es compartida y no se hace por votación, sino debatiendo y buscando el consenso. Los resultados son alentadores, el huerto atrae a muchos visitantes y consigue crecer en participación.
También hay comités que toman decisiones sobre el funcionamiento diario del huerto y su organización: comunicación, distribución de parcelas, etc. Hay un comité dedicado exclusivamente a las familias, que se encarga de acoger y organizer actividades dirigidas a niñas y niños, como pueden ser fiestas de cumpleaños en el huerto, etc
La autogestión que se promueve contribuye a estrechar los lazos entre los hortelanos y a establecer una presencia duradera en el territorio. Además, este modo de toma de decisiones ayuda a desactivar los conflictos en caso de que los haya.
Este sistema de autogestión está vinculado a la forma en que se creó el huerto. Aunque existe desde el siglo XIII, el jardín era el huerto de la Casa del Rey Moro. Después se abandonó el lugar, y un grupo de residentes restauró las casas existentes y convirtió el jardín en un huerto compartido.
Así pues, este huerto nos plantea la cuestión de la reaapropiación de los espacios, devolviendolos a la comunidad y valorizando al mismo tiempo el patrimonio. En efecto, gracias a su mantenimiento, este huerto permite conocer y preservar la historia del lugar.
El sistema de autogestión y toma de decisiones compartida aporta numerosas ventajas.
Por un lado, permite innovar en el funcionamiento del huerto, ayudando a concienciar a hortelanos y hortelanas, así como a otras personas que usan el huerto sobre la importancia del diálogo, la búsqueda del compromiso, la aceptación de las opiniones de los demás y la búsqueda del interés colectivo. Gracias a este diálogo, las tensiones se disipan porque todos son libres de expresarse, de manifestar su oposición hasta que el grupo encuentra una decisión que conviene a todos
Este sistema también permite un mantenimiento regular del huerto, ya que al ser la gestion de la información transparente, se aumentan los lazos de confianza entre las personas que participan del huerto y les motiva a seguir actuando y colaborando.
Una recomendación para este huerto podría ser intentar desarrollar el aspecto patrimonial, por ejemplo, invitando a estudiantes de arte o historia y formando asociaciones con museos. Esto reforzaría aún más su pasado histórico.
En estos momentos estamos trabajando en la plataforma formativa GARDENISER ACADEMY, un espacio diseñado para ofrecer formación gratuita a hortelanos y hortelanas de toda Europa.
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